Registro->¿Cómo se hace La Luciérnaga?

Cómo se hace La Luciérnaga
1. Sala de Redacción:
El programa La Luciérnaga se desarrolla bajo un formato ligero pero informativo que busca revelar las “ollas podridas” de la sociedad colombiana. Claro está que todo lo que ellos dicen ha sido previamente comprobado y verificado, para evitar problemas futuros.
Desde el inicio de la tarde Jairo Chaparro, un periodista del Inpahu y sociólogo de la Universidad Nacional, se sienta frente a su computador a reunir las noticias que le llegan de un sinnúmero de fuentes a nivel nacional. Lee la prensa, ve los noticieros y escucha los informativos de los programas radiales de Caracol. Todo lo resume en su computador y lo guarda en un software llamado News Boss, en el que todos los periodistas de Caracol Radio guardan su información.
Selecciona las noticias y sus personajes, teniendo en cuenta únicamente lo que dicen que los hacen importantes para ese día.
Los criterios de selección de los temas no tiene nada del otro mundo, lo fundamental es que deben ser muy actuales, sorprendentes, curiosos o informativos. Esto es importante según la noticia y la actualidad, debe ser del día y también causar impacto en la audiencia, por su interés.
El humor de cada libreto (por así decirlo, ya que sólo son guías de parlamentos) lo pone Chaparro, aunque en vivo y en directo cada uno le pone su toque personal y lo dice a su manera. Chaparro revisa las noticias de todo el mundo, llama a todos lados para verificar noticias y rectifica llamando a otros para mayor seguridad, luego desenmascara la seriedad de la noticia y la convierte en humor.
Mientras tanto Maria Fernanda Ibarra, la asistente, imprime todos los artículos realizados para que Hernán Peláez los revise. Corre de una oficina a otra para que a las 4:00 hora de llegada le los integrantes de La Luciérnaga todo esté preparado.
El primero en aparecer es Hernán Peláez, que toma los libretos y lee lo que Chaparro ha organizado. Él nunca elimina noticias sólo las modifica para que lo importante salga a la luz. De inmediato aparece Guillermo Díaz Salamanca y Gabriel de las Casas. Todos ellos revisando su parte y agregándole más; de pronto alguien suelta un dato interesantísimo y cada uno llama a sus fuentes confidenciales para preguntar y verificar.

2. Momento durante la emisión:
Se viven momentos de calma, hasta llegada la hora de la emisión. El programa se inicia a las 5: 00 de la tarde, todos en cabina mientras que Gustavo Niño Mendoza termina el servicio informativo. De inmediato ocupan sus lugares y Hernán saluda a la audiencia “Muy Buenas Tardes para los oyentes de Caracol” .
En el master Chaparro y María Fernanda corren para solucionar los inconvenientes de último momento. Los integrantes que estén en cabina al momento de arrancar, son los que salen, si alguno no llega ya no va.
Mientras que Guillermo Díaz da la noticia bomba del día en la voz del valluno, los demás se organizan para lo que viene. Todos listos para poner el cabezote de los personajes y las cuñas; de inmediato pasa uno de los imitadores al master para dar bienvenida a su personaje. Los imitados que aparecen como llamadas en directo son recreados desde un teléfono en el master. Son muy pocos los que salen dentro de la cabina, es decir los que no pertenecen a la vida política nacional.
En la cabina el movimiento es ágil, cada uno sabe lo que tiene que hacer y ninguno se sobrepasa. En el master los que están presentes disfrutan con las ocurrencias de cada integrante y hay tiempo incluso para los chistes. También se ríen de los pequeños errores que surgen inesperadamente. Después de las 5:54 reaparece el Servicio Informativo y todos salen a descansar.
En el transcurso de esos veinte minutos comentan cómo ha salido el programa, toman tinto, fuman y se ríen de las ocurrencias del “Cuenta Huesos”, Juan Ricardo Lozano “Alerta”. A las 6:10 retoman y aparecen personajes como Biena (de bien adentro de Boyacá), El mecánico de las notas deportivas con Chemas Escandón que soporta pacientemente las ocurrencias de éste personaje; Fanny Mikey, y todos los personajes que hayan sido convocados por Chaparro para la transmisión, como ya ha pasado la mayor parte de las dos horas que dura el programa, todo está en calma. La primera hora es más intensa porque se incluyen llamadas en directo de un personaje que requiere hablar sobre algo y se esta informando sobre lo más impactante de las noticias del día.
Todas las llamadas de políticos y de personajes de la vida nacional son producidos por las voces de Guillermo Díaz Salamanca, Alexandra Montoya, Juan Ricardo Lozano y en ocasiones Pedro Gonzáles y Nelson Polanía.
Al final del programa se presentan los muchachos de Salpicón, con una serie de trovas que resumen los hechos más importantes del día, y en ocasiones intervienen para los cortes comerciales a lo largo de la emisión. Todos se empapan de la información y los libretos para que no haya ningún error; no obstante, cuando los hay que es muy de vez en cuando, los saben sortear con mucho humor, característico de La Luciérnaga.
En la cabina todo ocurre día a día, se recrean personajes y situaciones llenas de simpatía. Nada es preparado con anticipación, excepto una o dos horas antes de la hora inicial. Son varios integrantes pero si alguien falta, ese día no sale.
En La Luciérnaga existe un principio que se cumple a cabalidad: “Se pasa por encima de todo. Se respeta, pero no se adula. Se critica pero no se ensaña. Se caricaturiza sin ridiculizar. La crítica es chisporreante” . Así es La Luciérnaga, que cada día va trayendo consigo nuevas expectativas en un país de mudos donde nadie protesta ni se inquieta y se acostumbra a ver pasar por el andén los males de nuestra sociedad.